Escrito por La reciente imposición por China de una nueva y estricta ley de seguridad en Hong Kong ha suscitado preocupación por la erosión de las libertades civiles y el creciente control del gobierno chino sobre la región semiautónoma. Los críticos sostienen que esta ley llevará la represión en Hong Kong al siguiente nivel, ya que otorga amplios poderes a las fuerzas de seguridad chinas para reprimir la disidencia y socavar la autonomía de la ciudad. La ley criminaliza la secesión, la subversión, el terrorismo y la connivencia con fuerzas extranjeras, y castiga los delitos con graves penas, incluida la cadena perpetua. Esta medida de China ha recibido la condena generalizada de la comunidad internacional, que teme que reprima la libertad de expresión, reunión y prensa en Hong Kong. Muchos temen que esta ley reduzca aún más la autonomía de Hong Kong y la alinee más con el régimen autoritario de China continental.